Por José Tomé Twitter @Jose_Tome_Sound
Desde el 30 de marzo se puede escuchar, y adquirir desde el día 6 de abril, el nuevo volumen de la trilogía Xerrox del alemán Carsten Nicolai alias Alva Noto, Aleph-1 o, simplemente, Noto.
Antes de dar mi opinión sobre este álbum he de decir que siento un especial predilección por la rama más ambiental del sello Raster Noton en la que se encuentra los volúmenes 1, 2 y 3 de Xerrox, por este motivo, puede que mi revisión no se ajuste a los gustos de los seguidores habituales del sello.
Tal vez esta trilogía sea menos innovadora que sus álbumes de ritmos minimistas o sus colaboraciones y espectaculares directos con Ryoji Ikeda (Cyclo) o, más específicamente, con Ryuichi Sakamoto (Vrioon, Insen, etc.) pero no por ello puedo dejar de afirmar, tras escucharlo durante la última semana, que Xerrox 3 es , hasta la fecha, su álbum más cálido y con más matices de toda su extensísima producción.
Según comenta el propio Alva Noto es su álbum más personal y para su composición se inspiró en películas de su niñez entre las que destaca, curiosamente, la miniserie La Isla Misteriosa y el Capitán Nemo dirigida por el español Juan Antonio Bardem (Muerte de un ciclista, Calle Mayor, etc.) y el francés Henri Colpi, además de, cómo no, Solaris de Tarkovsky [director al que ya había dedicado en su For 2 (2010) una mágica composición llamada Stalker (For Andrei Tarkovsky) con la poesía del ruso Tiutchev (ver pie de artículo) «Amo tus ojos, amiga» que parece en el film]. Afirma también que en este disco ha plasmado sus emociones cinemáticas como si fuera una banda sonora de un film inexistente. Claramente es lo que rápidamente transmite desde la primera escucha. Personalmente, espero que no esté pensando en introducirse en la industria cinematográfica tras ver cómo neutraliza, devora, las personalidades de muchos creadores, véase el caso de Max Richter, entre otros, aunque este es otro asunto.
Lo que me resulta más interesante en este álbum es cómo Carsten Nicolai despliega su lado más tranquilizador, nostálgico e incluso, me atrevo a decir, romántico, con una paleta sonora muy cercana a sus anteriores volúmenes pero con algunos sonido vocales, piano, un amplio uso de texturas de cuerda y, a diferencia de los dos volúmenes anteriores, con pocas rupturas eléctricas, por lo que es fácil caer en el abismo del ensimismamiento durante la escucha.
Hay en este disco un especial deleite por el uso de la melodía como base en la que se asienta el resto de la composición. Existe un claro uso, sin prejuicios, de las sonoridades armónicas como se puede apreciar en —xerrox 2ndevol— o—xerrox radieuse— y de una búsqueda de sensaciones más orgánicas. Tal vez las continuas colaboraciones con Sakamoto le estén influyendo o ¿realmente se trata de un giro a lo melódico?.
De un par de años a esta parte, estoy notando un aumento en el uso de la melodía y de sonidos más cálidos por creadores que nunca se habían interesado en ello como, por ejemplo, en el caso de Thomas Köner con su álbum —Tiento de las Nieves—[2014] que nunca fue prolijo en estas formas, siempre fue más bien gélido y denso diría yo. Desde muchos años atrás parecía que la «suavidad» había sido evitada o expulsada en gran parte de las creaciones de muchos experimentadores/exploradores por lo que considero un gran avance el retorno de su uso como un elemento más en igualdad de condiciones. ¿Superamos con esto el miedo al POP?
Al ser un álbum más sosegado no se encuentran en él las apoteósicas, grandiosas, nubes de ruido granulado in crescendo como en HALIOD XERROX COPY 1 de su Xerrox vol.1 que te dejaban clavado en sus directos (uno de ellos tuve la suerte de poder disfrutarlo en Sevilla, algo excepcional en todos los sentidos) pero esto no es una característica negativa.
Me da por pensar que este fantástico tercer volumen (al que sitúo por delante incluso del primer volumen) es fruto de un buen momento vital y, tal vez, un intento de alejarse de la agresividad, tensión y velocidad de alguna de sus líneas de trabajo como su epiléptica colaboración Cyclo (que conste que como concepto me gustan mucho estos trabajos pero su audiovisionado en directo me sobrecarga y angustia).
La realidad es que Alva Noto ha conseguido un álbum adictivo y meditativo que hace segregar una gran cantidad de serotonina. Un álbum que será considerado de las mejores publicaciones de este año y de su discografía y que ya es una referencia de la electrónica, la experimentación y el ambient.
¡Gracias Carsten Nicolai por tantos buenos momentos!
Extra
PS. Gracias a María Maksutova por localizar el texto original.