«Internet no me ha ayudado a contemplar como la luna llena se eleva sobre mi ventana; a ver un pájaro enseñar a su cría a volar en una tarde lluviosa; a inspirarme para escribir las primeras palabras de un poema; a sostener en mi mano la carta de una madre que ya no está aquí; a ver a un hijo transformarse en un hombre; a esperar, pacientemente, que una montaña lejana cambie al final del día de un azul brillante a un rojo incendiado; a sentarme en silencio mientras una araña teje su red, y a recordar algo que ya había olvidado.»
Miguel Ángel García Vega: «Tuve la suerte de ser rescatado de morir«